miércoles, 28 de septiembre de 2011

SUPERAR LA FRUSTRACIÓN

He hablado anteriormente del Sufrimiento y como combatirlo. El sufrimiento no es más que una cuestión mental. ¿Eso significa que no existe sufrimiento físico?, no, hay sufrimiento físico, pero es de distinta naturaleza al mental. No obstante y de forma porcentual, hay infinitamente mayor número de personas con sufrimiento mental, que físico. Es más, muchas de las dolencias físicas no son más que somatizaciones de uno mentalmente prolongado.

El ser humano es la única especie que mentalmente es capaz de vivir una situación que aún no se ha producido como si efectivamente se estuviese produciendo. Es decir, que nuestra mente nos sitúa en una posición de estrés, al imaginar algo que no es realmente objetivo, real, sino que aún está en nuestra cabeza. Ello nos hace sufrir grandemente.

Un ejemplo muy claro de ésto es la FRUSTRACIÓN, como la sensación de impotencia por no haber logrado aquello que nos habíamos propuesto alcanzar o tener.
Hay personas que no teniendo una capacidad económica determinada objetiva, se comporta y aparenta la irrealidad de vivien de forma no acorde con dicha capacidad. Hay personas que creyéndose capaces físicamente para realizar tal o cual tarea o actividad, sobrepasan sus límites físicos objetivos. Estas situaciones vienen impulsadas por un autoengaño sobre lo que realmente cada quien es capaz de desarrollar, y toman como referencia, más una ideal ficticio, que una realidad física o económica financiera.

Es entonces, cuando la realidad les devuelve a su sitio, cuando se derrumban y creen haber perdido aquello que imaginariamente creían tener. Han vivido una irrealidad objetiva o realidad subjetiva, que les devuelve a la más dura, en ocasiones realidad objetiva: "No soy quien creía, no puedo vivir o hacer ésto o aquello como pensaba". Es entonces cuando la vida pierde su sentido, porque la valoraban conforme al espejismo mental, no como regalo o préstamo por unos años.

Por la frustración se llega al miedo, y por el miedo a la ira y ofuscación. Es en este punto donde muchas personas deciden quitarse absurdamente la vida, es decir, disponer de aquello que no les pertenece.

La realidad es una, que es la que en este momento vivimos, el pasado ya pasó; y el futuro no existe, porque aún no ha llegado. De como viva mi presente, siempre como si fuera un regalo, nacerá un futuro pacífico y amoroso. Eres responsable de este mismo instante, y es este instante el que conducirá a la vivencia de los instantes que te quedan hasta el momento en que partas de este mundo.

Reflexiona sobre estas palabras y evalúa las repercusiones de vivir en una irrealidad. Se consciente y equilibrado, porque en el equilibrio está la paz y en ésta la felicidad.

Bendiciones.

Sri Nityasevaka