viernes, 21 de octubre de 2011

LA ESTABILIDAD DE LA MENTE

El principal motivo por el que el ser humano sufre es por causa de la inestabilidad de la mente. Es un hecho que somos una especie con capacidad para pensar, como evolución propia del instinto animal. Esa misma mente que nos garantiza la supervivencia por la adaptación de instrumentos para la vida cotidiana, es precisamente la causa principal de nuestro sufrimiento por varios factores:
  • La capacidad de generación de pensamientos, es una inercia propia de nuestra capacidad mental. Es decir, la mente se mueve impulsivamente de un pensamiento a otro, sin control, siguiendo sus propios estímulos.
  • Los estímulos de la mente bien pueden ser físicos, es decir, la mente queda estimulada a través de los sentidos: vista, oído, gusto, tacto; o sutiles, derivados de la errónea concepción del ego, del falso prestigio, de la errónea concepción de "yo soy esto, aquellos es mío". Es por ello que creemos que las cosas nos pertenecen y por eso creemos perderlas, o pensamos que nos merecemos tal o cual cosa, sin caer en la cuenta de que cualquier circunstancia depende de un cúmulo de interdependencias, donde influyen muchos factores y otras personas.
  • La mente es un sentido sutil, capaz de reproducir situaciones inexistentes en el presente, y de generar de manera ficticia las mismas sensaciones de  angustia, preocupación, desesperación, así como reacciones físicas, que como si realmente el acontecimiento imaginado se estuviera produciendo. Un ejemplo de ello es que cuando imaginamos como discutimos con una persona, nuestras constantes vitales reaccionan de forma similar a como se el hecho se estuviera produciendo: calor, sudoración, elevación de la presión arterial y ritmo cardiaco etc.
Estas circunstancias hacen que nuestra menta cabalgue sin rumbo, como el elefante que me mueve sin guía. Así la mente en los Vedas, se explica a través de la imagen de ese elefante, guiado por un niño, que es la inteligencia, como capacidad de modificar los comportamientos, aptitudes y actitudes de ese elefante, a fin de que realice el trabajo de forma correcta. Así, igual que un elefante puede ayudar a realizar tareas pesadas y complejas con la correcta guía, dada su fuerza y carácter, si aquellas no existe, puede devastar poblaciones enteras y se mortal. Si esto ocurre, significa que nuestra mente es inestable, es decir, que nos mueve según sus deseos, lo que provoca nuestro sufrimiento por el encadenamiento a los resultados, bien de nuestras acciones, bien de nuestros pensamientos, lo que nos conduce al deseo. El deseo insatisfecho se trasforma en frustración y esta en ira. Es por la ira que nos trasformamos en animales capaces, incluso, de matar a nuestros semejantes.

A este proceso todos estamos sometidos, y conforme nuestra mente se vuelve más inestable aparecen nuevas patologías psíquicas, nuevos desequilibrios, nuevas enfermedades, como en la actualidad la más extendida en el mundo desarrollado, el estrés y la depresión.

Es por ello que el trabajo de estabilización de la mente pasa por ser conscientes que no somos ésta o nuestro cuerpo, nuestras posesiones o nuestros deseos. Sino un ser espiritual que evoluciona en medio de todo eso, que es lo que el Yoga nos enseña. Sólo por el proceso del control de los sentidos, la mente no se estimula de forma indebida, por lo que permanece estable en si. Controlar los sentidos no significa reprimir los sentidos, sino usarlos de forma adecuada, y no para poseer o desear, pues esa finalidad en el uso de los sentidos conlleva el proceso antes explicado de desestabilización.

Si controlamos los sentidos, controlamos la mente. Si positivizamos los pensamientos respecto las circunstancias que nos rodean o las actitudes de quienes nos rodean, pensamos en positivo. Quien piensa en positivo se inmuniza contra lo negativo, con lo que ayuda de manera determinante al equilibrio mental y por lo tanto emocional. Alguien que es emocionalmente estable, lo es porque lo es mentalmente. Ello significa que lo primero en su vida no es su ego, sino su vida en positivo, su armonía en el medio que le rodea. De esa manera ni se hace daño, ni hace daño a otros. Esta es la base de la auténtica felicidad, personal y universal.

Para tener un mundo feliz, han de existir personas felices a nivel individual, pues un conjunto es el resultado de muchas otras partes integrales. Un papel es rojo, porque sus minúsculas fibras están teñidas de rojo.

Reflexionad sobre aquello que desestabiliza vuestra mente y ved qué es lo que podéis cambiar en vuestros procesos mentales y sensuales a fin de no quedar atrapados por los resultados o efectos de aquellos que perseguís, sino que podáis vivir libres y liberados de toda cadena.

Recibir mis bendiciones.

Om Shanti.

Sri Nityasevaka