viernes, 21 de junio de 2013

"EL FUEGO DEL CONOCIMIENTO"

En el capítulo cuarto, verso 37 Krisna le dice a Arjuna:

yathaidhāṁsi samiddho ’gnir
bhasma-sāt kurute ’rjuna
jñānāgniḥ sarva-karmāṇi
bhasma-sāt kurute tathā

Palabra por palabra: 

yathā — tal como; edhāṁsi — leña; samiddhaḥ — ardiente; agniḥ — fuego; bhasma-sāt — a cenizas;kurute — reduce; arjuna — ¡oh, Arjuna!; jñāna-agniḥ — el fuego del conocimiento; sarva-karmāṇi — todas las reacciones a las actividades materiales; bhasma-sāt — a cenizas; kurute — reduce; tathā — de manera similar.

Traducción: 

Así como un fuego ardiente convierte la leña en cenizas, ¡oh, Arjuna!, así mismo el fuego del conocimiento reduce a cenizas todas las reacciones de las actividades materiales.

Comentarios:

En el capítulo tercero del Bhagavad Gita, Krisna explica a Arjuna que la causa de la ignorancia es la lujuria, el deseo. Esta cubre el conocimiento, y por ello la ignorancia nos ciega. La ceguera es la ignorancia, y la visión es el conocimiento.
Y en el capítulo cuarto del Bhagavad Gita, Krisna le explica a Arjuna qué es el conocimiento y como es recibido este conocimiento.

Hay dos tipos de conocimiento:
  • Conocimiento ordinario o material.
  • Conocimiento trascendental.
Desde que nacemos somos educados en el conocimiento material que va, desde aprender a caminar, a decir "papa" y "mamá", la primaria, secundaria, bachiller, universidad, etc. Todo ello es un trabajo para despertar los sentidos y volvernos inteligentes a las experiencias de la vida y ser hombres-mujeres de provecho.

Hay todo un sistema educativo montado para el trabajo. La finalidad de los estudios es conseguir un buen trabajo. Trabajamos para tener un buen nivel de vida, pagar impuestos, cotizar a la Seguridad Social y obtener una jubilación.

Para obtener el 100% de jubilación, actualmente en España necesitas haber trabajado 35 años, y la edad de jubilación se encuentra actualmente en los 67 años. Lo que quiere decir que, para gozar de una jubilación tranquila necesitas haber estado desde los 32 años trabajando sin parar.

Si la esperanza de vida en España se sitúa en torno a los 80 años, significa que el jubilado va a disfrutar de tal situación unos 13 años de media. Es decir, trabajamos 35 o 40 años para hacer lo que nos gustaría haber hecho de más jóvenes durante esos 13 años, siempre y cuando no nos toque cuidar a nuestros nietos, porque nuestros hijos tienen que trabajar y no pueden cuidar de ellos.

En la vida de un individuo se dan las siguientes circunstancias:
  1. Cuando eres joven, tienes tiempo de hacer cosas, tienes energía para hacer esas cosas, pero no dispones de capital para poderlas hacer porque no tienes trabajo.
  2. Cuando eres adulto, tienes energía para hacer cosas, tienes más o menos capital para poderlas hacer porque tienes trabajo, pero careces de tiempo.
  3. Cuando eres viejo, tienes tiempo para hacer cosa porque estás jubilado, tienes capital porque te pagan una jubilación, pero careces de energía para hacerlas porque el cuerpo de duele y te acecha la enfermedad.
Todo esto está relacionado en términos de trabajo material.

El conocimiento material nos enseña a trabajar y a ver a vida en términos de trabajo fruitivo, es decir, hago algo para obtener algo.

Pero ¿qué es el trabajo? La palabra sánscrita karma significa trabajo. Y karma es sinónimo de enredo material. O ¿podemos decir que la persona que atiende a las tres circunstancias mencionadas anteriormente no se encuentra enredada?

Estudio, trabajo, hipoteca, coche nuevo, mujer, novio, hijos, más trabajo, jubilación, viajes con el Inmerso, muerte... Todo lo vemos en términos de Felicidad y Aflicción (temporales).

Por otro lado se encuentra la actividad sujeta al conocimiento no material, es decir, que no está sujeta a felicidad y aflicción temporales. Ese es el conocimiento trascendental que libera a la entidad viviente del enredo de la materia.
¿Cuál es ese conocimiento?
  •  El conocimiento acerca del Ser, el Alma.
  • El conocimiento acerca del Alma Suprema o Super Ser, Dios.
  • El conocimiento acerca de la relación que hay entre ambos.
¿Por qué todo ser humano, a poco inteligente que sea, en algún momento de su vida se ha hecho alguna de estas preguntas o todas ellas?
  •  ¿Quién soy yo?
  •  ¿De dónde provengo?
  • ¿A dónde voy?
  •  ¿Qué pasará conmigo cuando desaparezca?
Estas son las cuatro preguntas básicas de toda entidad viviente.

¿Por qué nos hacemos estás preguntas?. Porque hemos olvidado los tres puntos claves del conocimiento trascendental: Alma, Alma Suprema y cuál es la relación entre ambas.
¿Podemos responder a las cuatro preguntas anteriores con el "conocimiento heredado" (material)?. No.
¿Por qué no? Porque las preguntas son materiales y la contestación a esas preguntas tienen un sentido trascendental, que no pueden abarcarse con la mera especulación filosófica.
Lo que se escapa a nuestra concepción material de vida es que:
  • El alma soy yo en realidad y tiene una naturaleza espiritual.


na jāyate mriyate vā kadācin
nāyaṁ bhūtvā bhavitā vā na bhūyaḥ
ajo nityaḥ śāśvato ’yaṁ purāṇo
na hanyate hanyamāne śarīre

Para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no llegará a ser. El alma es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se la mata cuando se mata el cuerpo. (Bhagavad Gita 2.20)
  • El Alma Suprema es la Suprema Personalidad de Dios, Krisna.

arjuna uvāca
paraṁ brahma paraṁ dhāma
pavitraṁ paramaṁ bhavān
puruṣaṁ śāśvataṁ divyam
ādi-devam ajaṁ vibhum
āhus tvām ṛṣayaḥ sarve devarṣir nāradas tathā
asito devalo vyāsaḥ
svayaṁ caiva bravīṣi me

Arjuna dijo: Tú eres la Suprema Personalidad de Dios, la morada suprema, lo más puro que existe, la Verdad Absoluta. Tú eres la persona original, trascendental y eterna, el innaciente, el más grande de todos. Todos los grandes sabios, tales como Nārada, Asita, Devala y Vyāsa, confirman esta verdad acerca de Ti, y ahora Tú mismo me lo estás expresando. (Bhagavad Gita 10.12-13).

  • Y que queramos o no, hay una relación eterna entre ambos. Una relación que puede ser de uno de estos cinco tipos o mezcla entre ellos:

a.       Relación de servicio neutral.
b.      Relación como sirviente.
c.       Relación como amigo.
d.      Relación como padre o madre.
e.      Relación conyugal o de amante.

Estos cinco tipos de relaciones, se dan igualmente en el mundo material, en la manera como las entidades vivientes se relacionan entre sí. Sólo que por el deseo (ignorancia), estas relaciones no son puras y se ven desvirtuadas y pervertidas.

En el mundo material nos encontramos con 2 tipos de actividades:
  • Piadosas: dominadas por la modalidad de la bondad (Sattva Guna).
  •  Impías: dominadas por la modalidad de la pasión (Rajo Guna) y la ignorancia (Tamo Guna)

Nosotros actuamos como resultado de las influencias psíquicas anteriores. Es decir, que nuestra mente es movida en virtud de la bondad, de la pasión y de la ignorancia; así la mente proyecta la acción bajo esas modalidades.

Ej.: Sería como los impulsos eléctricos que recibe el motor de un ventilador, que son los que mueven el rotor que hace girar las hélices del ventilador.

A una acción le sigue una reacción, como a la comisión de un delito le sigue la detención del responsable.
Las reacciones kármicas se pueden recibir en cualquiera de los siguientes momentos. Siguiendo el ejemplo del delincuente:
  • Reacción en formación. Ej.: Cuando la policía investiga un delito, pero aún no se conoce al autor, sólo el hecho y el resultado del hecho.
  • Reacción en fructificación. Ej.: Cuando el delincuente es detenido como presunto responsable de un delito, pero aún queda que un juez lo condene a prisión.
  • Reacción a priori. Ej.: Cuando al delincuente se le detiene antes de cometer la acción.
  • Reacción ya obtenida. Ej.: Cuando al delincuente ha sido condenado por un juez y entra en prisión.

Cualquier acción en el campo material, movida por Bondad, Pasión o Ignorancia, produce una reacción, karma. Pero sólo si nuestras acciones están situadas en la plataforma de la modalidad de la Bondad, podemos acceder al siguiente nivel de conocimiento, el Conocimiento Confidencial que nos enseña que:
  • Nosotros no somos el cuerpo, sino que somos el alma.
  •   Que el alma es espiritual, y por lo tanto pura y eterna.
  •  Que la fuente de la que emana el alma individual es el Alma Suprema.
  •  Que el Alma Suprema es Dios.
  • Que tanto el alma individual como el Alma Suprema son personas (Purusa) y por lo tanto tienen rasgos identificativos propios, que les permite relacionarse.
  • Que la relación del alma individual con Dios, Krisna, es de subordinación. Pues la parte no puede ser más, ni estar por encima del Todo.
  • Que esa relación es de amor eterno y que el efecto es Ananda o felicidad trascendental, ilimitada y eterna.
  • Que todo lo anterior se le ha olvidado al alma, porque desde tiempo inmemorial ha mantenido contacto con la materia. Como el agua que entra en contacto con la tierra y en apariencia es barro, aunque realmente sigue siendo agua, sólo que ha de pasar por un proceso purificatorio (evaporación).
  • Que nuestro sufrimiento se debe a que el alma está buscando su posición en este mundo, al que no pertenece constitucionalmente, porque el mundo es material, mientras que el alma es espiritual. Es una cuestión de inadaptación, como el agua y el aceite. Juntos, pero no pueden mezclarse, pertenecen a distinta naturaleza.

Cuando actuamos siendo conscientes y realizando estos puntos, el conocimiento actúa en nosotros como el fuego que devora la leña. Así, las reacciones por nuestras acciones son consumidas, los nudos que atan el alma a la materia son soltados, y como el globo aerostático que suelta amarras y asciende al cielo, el alma se desprende del enredo material y regresa de vuelta a Dios.

janma karma ca me divyam
evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punar janma
naiti mām eti so ’rjuna

¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al abandonar este cuerpo no vuelve a nacer de nuevo en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna. (Bhagavad Gita 4.9)


Este conocimiento perfecto se llama Budhi-Yoga, por medio del cual actuamos conscientes de Dios, en conciencia de Krisna (Karma-Yoga), restableciéndose el recuerdo y la relación originaria del alma individual con el Alma Suprema a través del servicio de amor puro (Bhakti-Yoga). Esta es la etapa más elevada y madura del Yoga.