jueves, 16 de agosto de 2012

SATYA, LA VERACIDAD.

Los ocho aspectos del Yoga tradicional o Asthanga Yoga son:
  1. Lo que está prohibido: Yama.
  2. Lo que debe hacerse o está preceptuado: Niyama.
  3. Las posturas o posiciones físicas: Asana.
  4. El control de la respiración: Pranayama.
  5. Comer lo justo y necesario: Pratiajara.
  6. La concentración y control de la mente: Dharana.
  7. La meditación: Dhiana.
  8. La completa Absorción: Samadhi.
Este es el camino completo de purificación hasta alcanzar el estado de Prema Bhakti, o estado de Amor puro por Dios, o lo que es lo mismo, el servicio devocional puro a Dios.

Igual que el agua mezclada con barro no puede cumplir su función de saciar la sed de quien sufre los rigores de la sed, y debe ser potabilizada antes. Similarmente, el alma encarnada, la cual se encuentra contaminada por las modalidades de la naturaleza material, no puede cumplir con su función, Amar a Dios sobre todas las cosas y entregarse a Él en servicio eterno (Nitya Dasa).

En la entrada anterior se habló de Ajimsa o no violencia, primer aspecto contenido dentro de los Yamas.

El segundo aspecto contenido en los Yamas se denomina Satya, lo que se traduce por Veracidad, Vedad o simplemente no mentir.

Todo aquel que desee cuando menos emprender un camino de desarrollo espiritual, y no necesariamente por la senda del Yoga, ha de saber que en Dios existen dos energías principales, la Interna o Espiritual, y la Externa o Material.

De la espiritual nace la Luz, el Conocimiento, la Verdad, pues la Suprema Personalidad de Dios es Sat, existencia eterna; Chit, conocimiento y consciencia pura; y Ananda, Bienaventuranza. Por lo que es la única Realidad en términos absolutos. El término Sat implica que es la Causa de toda causa, por lo que no hay nada anterior o más grande que Él. Ello hace necesariamente que sea la Verdad Absoluta.

De la energía material emana la materia, las modalidades de la naturaleza material, Maya (la ilusión) y el Karma (la acción), todas ellas movidas por Kalas, el factor tiempo. En esa energía material queda atrapada el alma, que teniendo su origen en la Energía Superior, pertenece a la Energía Marginal de Dios, pues se encuentra a caballo entre la espiritual y la material. Así, en su estado condicionado por las modalidades de la naturaleza material que gobiernan la materia, pierde su estado originario de Consciencia, y con ella su posición originaria de Prema Bhakti.

Sin Consciencia pura, Conocimiento; todo lo que le envuelve es oscuridad, ignorancia. Así pues, la Jiva o Alma, siendo en su naturaleza pura plenamente consciente, en su estado condicionado permanece oculta en la oscuridad, creyendo como cierto el mundo que se le brinda ante los sentidos materiales del cuerpo que, existencia tras existencia, acepta para disfrutar del mundo material. Así, entiende como ciertos los principios materiales, que no son verdaderos. Pues la única realidad, y por lo tanto Verdad es que su estado originario es de Amor puro por Dios en su Servicio a Él.

Cuando se habla se Satya, en términos conclusivos, hablamos de la Verdad última, Dios, Krishna. Pero por extensión, todos aquellos que nos conduce a él, es Satya también, como forman parte de la carretera el asfaltado, las líneas que delimitan la calzada, las señales viales, etc.

Ahora bien, por nosotros mismos no podemos conocer el auténtico sentido de Satya. Como nadie puede conocer por si mismo lo que está bien cuando ha vivido inmerso en la perversión y el delito. En él se extenderá otro código de conducta, como es la fidelidad a sus líderes naturales, pero en un ambiente ya de por si corrupto y delictivo. Es necesario que alguien ajeno a nuestro modo de vida, de ver y entender nos explique que existe otra realidad más allá de lo que hasta ese momento hemos podido comprender. Alguien que no pertenezca a nuestro modo de vida, a nuestra sociedad o nuestra cultura. Que haya conocido el concepto de bien y mal y nos aporte luz sobre el mismo, es decir, que nos enseñe que es Verdad. Esa persona es el Gurú.

El camino de la Verdad es el Camino hacia Dios d la mano del Gurú auténtico, aquel que vive en consonancia con lo que enseña, y lo que enseña está en completa sintonía con los Textos Autoritativos de los Vedas o aquellos en consonancia con éstos. Así Sastra, Gurú y enseñanza han de ser un todo compacto y único, sin fisura, sin contradicciones. Simplemente porque es Verdad, y la Verdad no admite sombra.

Así y por extensión, el comportamiento de aquel que anda el camino espiritual, o al menos aspira a ello, se centra en la máxima de la veracidad en su vida, aunque le cueste la vida.

He habla de la Verdad con mayúsculas, pero de esa Verdad emanan el resto de verdades, como es no mentir o no falsear, pues quien miente o falsea lo hace sobre su ego falso, por lo tanto vive en el ego falso, aunque aparentemente parezca muy espiritual o vista como un gurú o un sadhu. No es más que alguien disfrazado de mentira.

El alma no requiere de más caretas que oculten lo que ya de por si envuelve y sumerge en la materia lo que es puro por naturaleza. Esto es Satya, Verdad.

Quien es espiritual dice siempre la verdad, pues en la verdad está la luz del espíritu que ilumina la senda que conduce a Dios.  

vancha-kalpa-tarubhyash ca
kripa-sindhubhya eva ca
patitanam pavanebhyo
vaisnavebhyo namo namah.

Muchas gracias.

Bendiciones.

Hare Krishna.
Sri Nityasevaka