martes, 12 de octubre de 2010

EL ÚLTIMO DIA DE UN SUEÑO

Según algunos estudios, esto es lo que hace una persona durante los 75 años de vida que tiene de media:
  • Duerme 24 años
  • Trabaja 12 años
  • Ve la televisión durante 6 años y medio
  • Conduce durante otros 6 años y medio
  • Utiliza internet durante 5 años y medio
  • Come y bebe durante 5 años
  • Se pasa 4 años hablando
  • Durante 2 años y medios está enfermo
  • Realiza deporte durante 1 año y medio
  • Cocina durante 1 año
  • Durante 10 meses está en la ducha
  • Habla por teléfono 180 días
  • Utiliza 140 días en comprar
  • Durante 90 días se cepilla los dientes
  • Se pasa 3 días mirando el reloj
  • El resto las invierte en otras actividades
Si hemos visto detenidamente el vídeo de cabecera llamado "Last Day Dream", en apenas 45 segundos vemos los instantes más importantes por los que una persona pasa a lo largo de su vida. Las impresiones de nuestra existencia. Lo demás forma parte del listado más o menos cuantificado de acciones reflejas e inconscientes que llenan nuestra existencia y que en absoluto ayudan a darle sentido.

La felicidad se basa en el sentido positivo que damos a nuestra existencia, el sentido consciente, no inconsciente que tiene cada uno de los actos. No se trata de moralidad, sino del pragmatismo más realista que existe. Somos felices, en tanto en cuanto hacemos felices, hacemos felices, en tanto en cuanto actuamos con sentido positivo, y actuamos con sentido positivo en tanto en cuanto somos más conscientes de quienes somos y la finalidad de nuestra existencia.

Una de las frases más categóricas que he escuchado es la siguiente. "Lo que das, te lo das. Lo que no das, te lo quitas".

El resumen de tu vida se condensa en el impás de fundido blanco con el que termina el vídeo. Si tras volver a ver el vídeo y entrar en el fundido, crees que te queda algo por hacer o hay algo que quizá pudieras hacer mejor, aún tienes la oportunidad.

Cierra los ojos y centra tu mirada interior entre los dos ojos, inspira profundamente tres o cuatro veces. Después inspira profundamente y retén durante 3 segundos el aire, y escucha los latidos de tu corazón y como este desacelera, repitiendo esta acción cinco o seis veces. Luego toma aire llenando el estómago, y libera lentamente el aire llevandolo desde el bajo vientre hasta el ombligo, de ahí a la boca del estómago, súbelo al pecho, a la garganta y expúlsalo por la nariz, pero como si realmente saliera por la parte superior de tu cabeza y repite este mecanismo hasta que lo hagas naturalmente.

Hecho esto, repítete "Lo que doy, me lo doy. Lo que no doy, me lo quito". Piensa qué es lo que tendrías que dar a los demás que te gustaría que otros te dieran y empieza a cambiar, para que cuando tu vista se funda en blanco, no te dejes nada por hacer, ni tengas nada que rehacer.

"Si quieres que el mundo cambie, cambia y el mundo cambiará contigo"

Bendiciones.
Sri Nityasevaka

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