viernes, 16 de noviembre de 2012

EL YOGA Y EL PROCESO DE CONOCIMIENTO DE DIOS

Que el hombre sufre es un hecho objetivo, y que sufre porque quiere, es una cuestión que no solemos querer aceptar, pero que quien es un poco inteligente acepta como punto de inflexión para abandonar el sufrimiento.
Existen muchas manifestaciones del sufrimiento, aunque sólo hay un sufrimiento. Sufrimos por nuestros padres, hermanos, familiares, por quedarnos solos, no ser reconocidos, por la abundancia material, etc. Esas son diferentes manifestaciones de ese único sufrimiento del que hablaba antes. ¿Cuál es ese único sufrimiento?, vernos separados de Dios, desconocer a Dios. Y ese único sufrimiento somos nosotros quienes lo alimentamos o lo apagamos, o lo que es lo mismo, tan sólo sufrimos porque queremos sufrir.
Dios, en su inmensidad nos proporciona todos aquellos medios necesarios para que, reconociendo la necesidad de acercarnos al él y conocerlo, podamos hacerlo. Y aunque muestra múltiples formas de hacerlo a través de múltiples caminos, sendas o filosofías, quien de verdad desea hacerlo, de corazón, de una vez para siempre, recibe el mismo mensaje final.
Así, en el Bhagavad Gita 7.3, Krishna dice:
manusyānān sahasresu
kaścid yatati siddhaye
yatatām api siddhānā
m
kaścin mā
m vetti tattvatah
De muchos miles de hombres, puede que uno se esfuerce por la perfección, y de aquellos que han logrado la perfección, difícilmente uno Me conoce en verdad”
En sus comentarios a este verso Bhaktivedanta Swami dice: “Existen varias categorías de hombres, y de muchos miles de ellos, puede que uno esté lo suficientemente interesado en la comprensión trascendental como para tratar de saber qué es el ser, qué es el cuerpo y qué es la Verdad Absoluta. Por lo general, la humanidad simplemente está dedicada a las propensiones animales, es decir, a comer, dormir, defenderse y aparearse, y casi nadie está interesado en el conocimiento trascendental. Los primeros seis capítulos del Gītā son para aquellos que están interesados en el conocimiento trascendental, en entender el ser, el Superser y el proceso de comprensión por medio del jñāna-yoga, del dhyāna-yoga y del proceso de discriminar entre el ser y la materia. Sin embargo, a Krṣṇa únicamente lo pueden conocer las personas que están conscientes de Krṣṇa. Los demás trascendentalistas puede que lleguen a la comprensión del Brahman impersonal, pues ello es más fácil que entender a Krṣṇa. Krṣṇa es la Persona Suprema, pero al mismo tiempo está más allá del conocimiento del Brahman y Paramātmā. Los yogīs y jñānīs se confunden en sus intentos de entender a Krṣṇa. Si bien el más grande de los impersonalistas, Śrīpāda Śakarācārya, ha admitido en su comentario al Gītā que Krṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, sus seguidores no aceptan a Krṣṇa como tal, ya que es muy difícil conocer a Krṣṇa, aun a pesar de que se posea la comprensión trascendental del Brahman impersonal.

Krṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, la causa de todas las causas, el primordial Señor Govinda. Īśvara parama krṣṇa sac-cid-ānanda-vigraha/ anādir ādir govinda sarva-kāraa-kāraam. A los no devotos les resulta muy difícil conocerlo. Aunque los no devotos declaran que el sendero del bhakti, o del servicio devocional, es muy sencillo, no lo pueden practicar. Si el sendero del bhakti es muy sencillo, como lo proclama la clase de hombres no devotos, entonces ¿por qué ellos emprenden el sendero difícil? En realidad, el sendero del bhakti no es sencillo. Puede que el supuesto sendero del bhakti —que practican ciertas personas desautorizadas y carentes de conocimiento acerca del bhakti— sea fácil, pero cuando el bhakti se practica de hecho conforme a las reglas y regulaciones, los filósofos y eruditos especuladores abandonan el sendero. Śrīla Rūpa Gosvāmī escribe en su Bhakti-rasāmrta-sindhu (1.2.101):
śruti-smrrti-purānādi pañcarātra-viddhim vinā
aikāntikī harer bhaktir utpātāyaiva kalpate

“El servicio devocional del Señor que hace caso omiso de las Escrituras védicas autorizadas, tales como los Upanisads, los Purānas y Nārada-pañcarātra, es simplemente una perturbación innecesaria en la sociedad”.

No es posible que el impersonalista que posee la comprensión del Brahman o que el yogī con la comprensión del Paramātmā entiendan a Krṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, como hijo de madre Yaśodā o como auriga de Arjuna. Hasta los grandes semidioses a veces se confunden en relación con Krṣṇa: (muhyanti yat sūraya). tu veda na kaścana: “Nadie Me conoce tal como soy” —dice el Señor. Y si uno sí lo conoce, entonces sa mahātmā su-durlabha. “Un alma así de grande es muy difícil de encontrar”. Por consiguiente, a menos que uno le preste servicio devocional al Señor, no puede conocer a Krṣṇa tal como Él es (tattvata), aunque uno sea un gran erudito o filósofo. Sólo los devotos puros pueden conocer algo de las inconcebibles cualidades trascendentales que hay en Krṣṇa, del hecho de ser la causa de todas las causas, de Su omnipotencia y opulencia, y de Su riqueza, fama, fuerza, belleza, conocimiento y renunciación, porque Krṣṇa es muy benévolo con Sus devotos. Él es la última palabra en lo que se refiere a la comprensión del Brahman, y sólo los devotos pueden llegar a comprenderlo tal como Él es. Por eso se dice:

ata śrī-krṣṇa-nāmādi na bhaved grāhyam indriyai
sevonmukhe hi jihvādau svayam eva sphuraty ada

“Mediante los torpes sentidos materiales, nadie puede entender a Krṣṇa tal como Él es. Pero Él se les revela a los devotos, por estar complacido con ellos en virtud del trascendental servicio amoroso que le prestan a Él” (Brs. 1.2.234).

Y en el Evangelio de  Marcos 10.17-30, se dice:

Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?".  Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.  Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre".  El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud".  Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".  El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.  Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!".

Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.  Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios".  Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?".  Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible".  Pedro le dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido".  Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa,  hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,  desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.

Como podemos ver, ambos son un mismo mensaje final para quien se acerca a Dios y le pregunta, ¿cómo puedo seguirte?, ¿cómo puedo conocerte?, ¿como puedo practicar Yoga?, ¿cómo te puedo servir?, ¿qué es lo que tengo que hacer para dejar de sufrir?. No hay paños calientes. Aquí no se habla del buen rollo de la relajación, de la meditación y de tantas y tantas técnicas pseudo espirituales, que no es que sean malas, sólo que tan sólo son analgésicos, que terminado su efecto, son anulados por el dolor y sufrimiento debido al sentimiento de separación.
En India, a este mes de le denomina el mes de Kartik o mes de Damodara. En este mes se conmemora el pasatiempo en el cual, Yasodā, madre de Krishna, intenta atarlo con una cuerda para que se estuviera quieto. Así Yasodā coge una cuerda, pero al intentar atarlo, le faltaban dos dedos de cuerda, con lo que decide unir a la primera una segunda. Pero al intentar de nuevo atarlo, le siguen faltando dos dedos. Ella si comprender lo que ocurría, une una tercera cuerda a las dos anteriores, faltándole nuevamente dos dedos de cuerda para atar al niño Krishna. Y así sucesivamente  hasta que acuden vecinas con cuerdas para unir a las anteriores, faltando siempre dos dedos de cuerda para atar su cintura. Sólo cuando Krishna quiso, la cuerda dio para atarlo.
Los dos dedos de cuerda que faltan, simbolizan, uno la voluntad de uno y el otro la Misericordia de Krishna para ser atado.
Para llegar a Dios, para conocerlo y dejar definitivamente de sufrir es necesario esfuerzo, como el que Jesús pide a quien se le acerca y lo llama Maestro Bueno. Por ese esfuerzo, se nos concede el segundo dedo, la Misericordia de Dios, la Misericordia de Krishna para poderlo atrapar en nuestros corazones.
Nadie está obligado a tener que esforzarse, como el marinero no está obligado a remar durante una tormenta en el mar. Pero es cierto que si el marinero no hace todo lo posible el barco se hundirá y el marinero morirá en el mar. Este mar es el océano causal, Samsara, en el cual nuestros cuerpos nacen y mueren reiteradamente, recordando una y otra vez todas las penalidades y sufrimientos de la vida.
El proceso del Yoga, es el proceso de conocer a Dios y entregarnos a Él, o dicho de otro modo, es el proceso de Consciencia de Krishna. Para que el sufrimiento y el temor de la vida finalicen por siempre este es el proceso. No hay otra manera, no hay otra manera, no hay otra manera.
Feliz mes de Kartik.
Nityasevaka.

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