lunes, 28 de mayo de 2012

CARTA: "EL SENTIDO DE LA LIBERTAD PERSONAL EN LA PRACTICA DEL YOGA"

Te agradezco tu email y agradezco el mensaje de su interior.

Creo que conocerse así mismo y la sinceridad es la base de toda integridad.

Uno no puede ser íntegro y ser fiel asi mismo en el camino del Yoga si no hace por conocerse, aceptar sus limitaciones y es sincero con eso.

Recuerdo que hace tiempo hablamos ya de la libertad. El Yoga es la máxima expresión de lo que significa la palabra libertad, pues la puesta en práctica de los principios védicos depende única y exclusivamente de lo que cada uno está dispuesto a alcanzar. Cada uno, sin imposición o perspectivas de otros. Aunque las propias expectativas, como comentas, pueden añadir presión y al final dar al traste con lo únicamente importante, Dios y el camino de conocimiento acerca de Él.

Cuando tú deseas sacar algo de ti, no actúas en libertad. Cuando alguien desea sacar algo de ti y te conduce hacia lo que tú en realidad no deseas, aunque te haga ver lo bueno que es, o lo importante que pueda ser o que tú puedas llegar a ser; no actúa dándote libertad. Dar libertad significa amar. La libertad es expresión del amor. Quien te ama te hace libre. Jesús nos hizo libres con su muerte y resurrección. Krishna nos hace libres de las ataduras de la naturaleza material a través del Bhagavad Gita y el conocimiento acerca de cómo podemos quedar completamente absortos en Él.

El Conocimiento Védico y el Yoga, como puesta en práctica de ese conocimiento es eso, práctica, práctica y más práctica. Existen aparentes eruditos de las escrituras védicas. Sesudos que no tienen más que aire debajo del pelo o de su apariencia de gurú. El aire es sólo aire mientras no se rellene con algo. El Conocimiento Védico no es más que conocimiento, mientras no se rellene con las acciones que se derivan de ese conocimiento. Si no hay acción, sólo es aire, va de aquí para allá, pero en definitiva es aire. ¿Quién puede sujetar el aire?. Este no permanece. Al igual que esos gurús y sus obras. Son tan etéreas como los fuegos artificiales que anuncian el final de las fiestas de un pueblo. ¿Quién se acuerda de los efectos de los fuegos artificiales año tras año?.

Sólo existe una realidad, la Suprema Personalidad de Dios. Dios es Amor y por el Amor somos libres. El Yoga, el Veda, como la Gran Ciencia de Dios, así como los Evangelios o la Biblia, es el mayor acto de amor. Dejar por escrito aquello que debe ser recordado, para que no nos desviemos. Para que encontremos la senda de regreso al hogar, a Krishna, a Dios.

En esa senda encontraremos a muchos que pretenderán guiarnos, que se erigirán como supuestos gurús, pero Jesús lo dijo: “Por sus frutos los conoceréis”. Quien desee ser un maestro será quien deba servir. El sirviente que conoce el secreto del servicio no desea ser señor. Y quien es señor y se cree señor, no estará dispuesto a servir, sino que querrá ser servido. Así irá haciendo uso de las personas, una tras otra, sin importarle más que su posición o su obra. Esto, simplemente no es de Dios. Y en ello no se encuentra la libertad, por lo que tampoco el Amor.

Hay que ser crítico y observar los frutos. Pues, como te dije, el Yoga es práctica. Y si las acciones no son corroboradas o sustentadas en el Veda, uno no puede llamarse Yogui, Vedanta, Cristiano o tan siquiera persona. No somos muy diferentes de los perros o de los gatos, o de los cerdos que se recrean en sus acciones, su orín y las heces sobre las que descansan y se bañan.

Hay veces que hay que llamar a las cosas por su nombre, aunque sea duro.

Es importante reconocer y reconocerse. Quien soy realmente y quienes nos rodean.

Doy gracias a mi Señor por el sufrimiento de estos últimos meses, pues Él me ha hecho libre por ese sufrimiento y me ha permitido poder conocerlo mejor y de forma más sincera. Sin tapujos ni etiquetas. Tal cual es. Así como conocer la esencia de mi corazón, que le pertenece por entero.

Cuando te dije que estoy a tu servicio, mis palabras no son huecas, son sinceras. No busco nada de nadie. No deseo cuantificar el número de personas que me escuchan. Sólo busco servir. Ser un eterno servidor de aquellos que desean servir a Dios. Por lo que, tal como ya te escribí y en respuesta a tu pregunta acerca de si quiero seguir enseñándote, la respuesta es sí. Tú dices de mi, que soy un maestro. No soy maestro de nada, yo no enseño nada. Sólo comparto mi propia experiencia. El conocimiento no es mío, sino que proviene de los Vedas, que son propiedad del Supremo, de Krishna. Son Él mismo hecho sonido trascendente, Krishna-Kata.

Como no podría ser de otra manera el ritmo lo pones tú, así como el tema que deseas tratar. Quedo pues a tu disposición a fin de que plantees tú el momento en que deseas tener ese encuentro.

Tan sólo te recomiendo una cosa. No tengas miedo a los cambios que Él hace en ti. Pues el miedo es símbolo de la falta de amor, y por el miedo quedamos esclavizados en la materia.

“Vañcha-kalpatarubhyas ca krpa-sindhubhya eva ca patitanam pavanebhyo vaisnavebhyo namo namah

Muchas gracias.
Bendiciones.
Hare Krishna.
 
Sri Nityasevaka

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